¿Recordáis a nuestra amiga Courtney Stodden, aquella jovencita con pinta de zorrona que se hizo famosa por casarse a los 16 con el actor de 51 años Doug Hutchison? ¿Recordáis que al cumplir los 18 Manwin (ahora MindGeek) recurrió a toda su artillería para intentar atraerla hacia el reverso tenebroso del porno? ¿Recordáis que pronostiqué que algún día la pillarían enseñando el culo y que nosotros estaríamos allí para documentarlo (guiño, guiño)?.
La historia es la misma de tantas otras veces: un vídeo íntimo que se graba para uso privado… un amigo (posteriormente ex-amigo) que se hace con una copia del DVD y se dedica a subastarlo… un productor desalmado que ofrece una cantidad ingente por conseguirlo… Sinceramente, con la de veces que ha ocurrido no me explico cómo sigue sucediendo (a no ser que todo sea una patraña, que tampoco me extrañaría). Sea como fuere (como si importase un pimiento) ‘Courtney Uncovered‘ es ya una realidad gracias a Vivid Entertainment, culpables también de la difusión de otros sextapes de celebridades tales como el de Pamela Anderson, Kim Kardashian o Tila Tequila.
‘Tan pronto como vi el material, quise comprarlo‘ ha testificado Steven Hirsch, capo de Vivid Entertainment. ‘ Esta película definitivamente sube el listón mientras vemos a Courtney llegar a un clímax increíble‘.
Pero alcanzar este punto no ha sido ningún camino de rosas. Cuando Courtney Stodden se enteró que Vivid estaba en posesión del material y planeaba distribuirlo puso en marcha todo su dispositivo legal para impedirlo. Como buen samaritano, Steven Hirsch se ofreció entonces a devolverle el DVD, sin embargo el tipo que se lo vendió aseguró disponer de más copias por lo que con ello tampoco había ninguna seguridad de que el vídeo no acabase igualmente en Internet. Tras meditarlo algunos días, finalmente Courtney Stodden ha decidido aceptar la suculenta oferta de 1 millón de dólares y permitir su salida, dinero que ha declarado donará a caridad ya que ella alega no necesitarlo (insertar risas aquí).
Así pues todos salimos ganando, sobre todo Hirsch cuyas alforjas probablemente se verán engrosadas sustancialmente y los aficionados como yo que, tras llevar tiempo esperando poner nuestras zarpas sobre las cántaras de la Stodden, ahora hemos visto cumplidas nuestras expectativas exponencialmente.
