Últimamente tenemos un tanto desatendida nuestra sección sobre videojuegos porno, por ese motivo hoy os queremos compensar recomendando «No More Money» del estudio Royal Candy. El principal motivo por el que no os hemos hablado antes sobre este juego es por la sensación de ‘esto ya lo he jugado’ sin embargo, aunque el desarrollo argumental y el protagonista recuerden sospechosamente al de «Midnight Paradise» (del que ya hablamos aquí en su día), «No More Money» contiene los suficientes alicientes como para hacer la vista gorda.
Todo comienza cuando el padre del protagonista (Toby, el típico rompe bragas de 20 años) pierde su empresa y toda la familia se ve obligada a mudarse a otra ciudad. Allí deberán empezar desde cero, en un pequeño apartamento con solo dos dormitorios, así que ‘desafortunadamente’ nuestro amigo tendrá que compartir habitación con su hermana pequeña. Pero lo peor no es eso, sino que por primera vez en su vida se verá obligado a dar el callo y buscarse un trabajo (que además no será el más legal del mundo). Con esta simple premisa nos sumergimos en una aventura donde encontraremos un poco de todo: suspense, intriga, secretos familiares y, por supuesto, raudales de sexo incestuoso (activable con un parche que seguro no os costará encontrar).
La dinámica del juego es muy sencilla y solo nos obliga a tomar decisiones en momentos determinados de la trama, lo cual conduce a nuestro protagonista por unos derroteros u otros. Esto es genial para aquellos que tienen prisa ya que les permite avanzar por la historia sin romperse demasiado la cabeza, parándose en los momentos que realmente merecen atención. Y es que, sin duda, uno de los puntos fuertes de «No More Money» es su apartado gráfico. Cuesta trabajo encontrar un personaje femenino con el que no queramos ampliar la trama (guiño, guiño). Además las situaciones están dotadas de una carga importante de morbo que hacen que, a sabiendas que el juego no innova demasiado en muchos aspectos, se igualmente un entretenimiento de lo más disfrutable. Hacednos caso que no os arrepintiereis.