La controversia con Mia Khalifa

En estos días se está hablando mucho de Mia Khalifa, una joven actriz de ascendencia libanesa afincada desde los diez años en EEUU. Todo comienza cuando recientemente el website Pornhub proclama que, tras el anuncio de la retirada de Lisa Ann a mediados de diciembre, Khalifa ha heredado el puesto más destacado en su ranking de búsquedas (toda una hazaña si tenemos presente que la chica lleva en el negocio alrededor de tres meses). Esto, que para cualquier otra podría haber resultado motivo de celebración, en su caso ha sido como pisar mierda puesto que el repentino incremento de popularidad ha traído consigo también fuertes críticas de algunos compatriotas suyos así como varias amenazas de muerte.

En caso de que nunca antes hubieseis oído hablar de Mia Khalifa (y ahora os estéis debatiendo entre si mirarle las cejas o el escote), comentaros que mucha culpa de este revuelo viene causada por un polémico vídeo que BangBros publicó a mediados de noviembre, donde aparece practicando sexo junto a su madrastra ficticia Julianna Vega, ambas ataviadas con un hiyab (el velo del vestido tradicional femenino musulmán).

 

Por su parte Mia Khalifa no parece haber tenido nunca intención de ofender a nadie ni reniega de sus orígenes. De hecho en su cuerpo luce algunos tatuajes árabes, como la primera estrofa del himno nacional o la cruz de las Fuerzas Libanesas (para incordio de otros tantos), y en alguna entrevista incluso ha indicado que le encantaría formar parte de la política de su país.

«¿No tiene el Medio Oriente cosas más importantes de las que preocuparse que de mí? ¿Qué tal elegir un presidente? ¿O contener ISIS?» ha manifestado en Twitter.

Afortunadamente también ha habido quien ha saltado en su defensa, como el escritor británico-libanés Nasri Atallah que desde su muro de Facebook ha dedicado unas palabras a la actriz, respaldando su derecho a hacer lo que le plazca con su cuerpo y a no tener que dar explicaciones a un país donde no reside, por mucho que sea su lugar de nacimiento.

De momento, según declaraciones a la revista Newsweek, Mia Khalifa tiene claro que no considera el porno como una profesión en la que hacer carrera, sin embargo piensa aguantar todo lo que pueda y espera que con el tiempo cesen las hostilidades y el acoso tanto a ella como a su familia, los cuales actualmente no le dirigen la palabra.

Esperemos que tenga razón y la cosa no pase a mayores ya que, lamentablemente, ya conocemos como se las gastan algunos radicales religiosos de la zona…

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