Uno de los aspectos que siempre me han fascinado sobre el porno es su factor psicológico (y las tetas, pero hoy toca hablar de lo otro). Concretamente me despierta mucha curiosidad saber cómo son a nivel personal estas personas que, en un momento de sus vidas, deciden romper la dinámica convencional para intentar ganarse el puchero exhibiendo sus destrezas sexuales ante una cámara. Es por eso que devoro de buen grado cualquier material disponible que me permita informarme un poquito mejor sobre las interioridades de la industria o, si se tercia, de un artista en particular.
Además, ahora con Twitter y el resto de redes sociales, es relativamente sencillo enterarse por boca de los propios protagonista de muchos detalles que antes hubiese sido imposible. ¿O cómo íbamos a hacer para enterarnos de que a Max Cortés le pirra lo paranormal (aunque luego se cague por la pata abajo) o para llevar un exhaustivo control de lo que come Nacho Vidal desde que se ha hecho vegano?. Aún recuerdo exaltado la emotiva carta que escribió Aurora Snow a su entonces hijo no nato, o cuando Noemí Casquet nos demostró en la primera entrega de La Previa del SEB que tras ese amasijo de músculos que es Rob Diesel había un tipo romántico y con la cabeza bien amueblada.
Parece una tontería pero descubrir que un artista tiene belleza interior o simplemente que mantenéis aficiones comunes puede cambiar radicalmente la impresión que tengas sobre él (y quizás luego te intereses más por su trabajo). Claro que hay que tener cuidado puesto que al revés también sería aplicable…
Según lo expuesto siempre me he preguntado, ¿por qué los medios (o al menos los españoles) no han explotado más esta faceta?. ¿Es que no existe suficiente mercado al que le interese estos asuntos?. ¿Es porque los artistas nacionales son demasiado aburridos o recelosos de su privacidad?.
En WoodRocket (los mismos de la delirante parodia de ‘Bob Esponja‘ y la de ‘Juego de Tronos‘) parecen haberme leído la mente ya que hace poco han estrenado una nueva serie llamada “Porn Stars’ Day Off” que básicamente viene a contar eso: qué hacen las estrellas porno cuando no están trabajando. El espacio, conducido por la célebre actriz Dana DeArmond (para muchos ‘La novia de Internet’), contará con la participación de una invitada diferente en cada episodio a la que la propia DeArmond acompañará en situaciones de lo más cotidiano (o al menos fuera del contexto en el que estamos acostumbrados a verlas). Así, mientras miran tiendas, tontean probándose trapitos o se marcan unos twerkings, establecerán un ambiente de comodidad en el que poder desnudar su alma ante nosotros. Todo ello, por supuesto, sin descuidar un ápice la diversión y el entretenimiento del modo más sexy posible (que a fin de cuentas esto es porno, no una tertulia literaria!).
El primer episodio, con Ela Darling, ya se puede disfrutar gratuitamente en WoodRocket.com.
¿Se animará alguien algún día a hacer algo parecido aquí? ¿O es que acaso nuestros actores/actrices no son lo suficientemente interesantes?