Aunque la idea no es nueva (recordemos la Virtual Sex Machine), parece ser que finalmente alguien ha dado con la fórmula definitiva (o al menos es lo que saco en conclusión leyendo opiniones por ahí). Llega la Real Touch, lo más sofisticado en masturbadores masculinos. Su utilización es bien sencilla: se conecta al PC mediante USB, se introduce la chorra por el orificio del extremo y se le deja hacer (que ella ya sabe bien cuál es su función).
Su sistema interactúa con unos vídeos especiales (descargables desde su website) que hacen que, en el interior del aparato, unos pequeños motores que moldean un recubrimiento blando y flexible llamado Versaflex ‘reaccionen’ según las imágenes que nos muestra en pantalla; es decir, que consiguen hacernos experimentar lo mismo que sentiríamos si estuviésemos dentro de la película.
Pero eso no es todo ya que también dispone de sensores de calor, presión y lubricación automática para obtener mayor realismo en lo que ellos califican como ‘una intensa experiencia de manos de libres‘. A efectos prácticos es como follarse un cacahuete del tamaño de un melón.
Tampoco su limpieza es un problema ya que, como veréis en el siguiente vídeo, se abre con facilidad y basta con agua y aire caliente. Su precio oscila los 200 dolares aunque ahora se encuentran en campaña de lanzamiento y se puede obtener por menos de 150. Llamadme anticuado pero a mi esto de meter tan preciada parte de mi anatomía en un engendro mecánico de esta índole no me da nada de seguridad, será porque vengo de una generación que hemos crecido con miedo a perder los dedos en el triturador de basuras o con la promesa de que algún día las máquinas se revelarían en nuestra contra, pero me sigo quedando con la Fleshlight o en su defecto con los huevos Tenga (que, a menos que me de un repentino ataque de tourette, me parecen más seguras).