El consumo de pornografía en Realidad Virtual se ha disparado por las nubes durante el confinamiento por la pandemia de COVID-19. La soledad, el aislamiento y el distanciamiento social lo han convertido en la mejor alternativa al sexo ya que, a diferencia del porno convencional, las características inmersivas de este formato permiten aliviar mejor la sensación de encierro y la falta de interacción con otras personas. Ahora una escena de sexo al aire libre se disfruta desde múltiples y novedosos matices, llegando incluso al punto de inducir sensaciones realistas y placenteras como las producidas por el ASMR.
Si no lo habéis probado, es posible que tras leer estas líneas y con el futuro tan incierto que se nos plantea a más de uno se le haya despertado el gusanillo, pero ¿por dónde empezar?. Lo primero de todo es conseguir unas gafas (headset, en la jerga técnica). En el mercado hay muchos modelos, algunos realmente asequibles como las Google Cardboard (un visor de cartón plegable con dos lentes convexas, que incluso te puedes fabricar tú mismo si eres lo suficientemente mañoso). Nuestra recomendación es que para un primer contacto no hace falta tirarse a las más caras, ya habrá tiempo después para mejorar el equipo. Ahora vamos a lo complicado: seleccionar nuestro proveedor de contenidos. La oferta disponible en Internet es inversamente proporcional al dinero que podáis tener en la cartera así que se hace imprescindible escoger. La mayoría de páginas web ofrecen suscripciones de prueba a precios irrisorios, lo que te da la oportunidad de tantear su material, pero a mucha gente no le hace gracia eso de ir divulgando sus datos bancarios al tuntún, además de que estas promociones están plagadas de letra pequeña y limitaciones. Luego está el traicionero sistema de renovación automática; que levante la mano el que haya pagado por una membresía de un día y se haya encontrado un recargo en su tarjeta por no haber recordado darse de baja. Otra alternativa podría ser adquirir los vídeos que nos gusten de forma individual, sin embargo lamentablemente no todos los sitios dan esta opción.
En estos momentos puede que os sintáis frustrados, ¿por qué tiene que ser tan difícil? y ahora es cuando llegamos nosotros para alegraros el día.
VRPorn.com es la meca del porno virtual, una especie de Netflix para adultos que recopila el material publicado por las mejores productoras de este género: Virtual Real Porn, VR Bangers, Badoink VR, Reality Lovers, VR Latina, HoloGirls VR, VRCosplayX, Lust Reality, 18VR… Pensad en una y seguro que la tienen. Además esta web funciona en parte como un tube, alternando los contenidos gratuitos (que van desde vídeos POV hasta juegos interactivos) con otros de pago, los cuales se pueden diferenciar cómodamente desactivando la opción Premium de su portada. Por supuesto, como mandan los cánones, también disponen de categorías para localizar el contenido que más se adapte a nuestras preferencias (según nos chivan, ahora mismo lo están petando mucho las latinas), aunque perdernos por su interfaz no será un problema ya que el diseño y la funcionalidad de la web está muy afinado para proporcionar la mejor experiencia de usuario posible. En esta línea, los vídeos se pueden reproducir sin necesidad de descargarlos previamente gracias al modo streaming, además de que son compatibles con casi todos los tipos de visores existentes (Oculus Rift, HTC Vive, PlayStation VR, etc). Y todo ello por un precio de lo más competitivo, ¿dónde está el truco?.
Rebuscando entre su extenso catálogo -más de 4500 experiencias Premium y el número crece semanalmente- la única pega que hemos sido capaces de encontrar es que no siempre disponen de escenas ‘de estreno’ (aunque esto es una impresión y podemos estar equivocados). Igualmente no tendría por qué ser forzosamente negativo dado que no hay un producto más atemporal que el porno y os puedo garantizar que no os acabaréis todo el que tienen. Además VRPorn.com te da la opción de disfrutar del contenido de otras productoras sin prisas ni presiones, por lo que siempre puedes valorar hacerte miembro de alguna de ellas como algo adicional. Otra cosa que nos ha resultado muy interesante es que entre sus proveedores también se incluyen algunos creadores independientes, y concretamente nos referimos a los animadores CGI, los cuales operan usualmente desde Patreon (y eso sí que es una jungla…)
Armados ya con el hardware y el software, lo último que quedaría es aprovisionarse de kleenex y escoger un lugar cómodo y tranquilo donde disfrutar. También recomendamos el uso de auriculares para que se os erice el vello de la nuca cuando os susurren al oído. Creednos, si aún no lo habéis experimentado, VRPorn.com puede ser la puerta que os lleve a este maravilloso mundo de excitantes sensaciones. Seguro que no os arrepentiréis.