No es frecuente que uno tenga la oportunidad de seguir la evolución de un artista de la forma en que lo hemos hecho con nuestra protagonista de hoy, a la cual conocemos de antes de dedicarse al porno gracias a una comida de periodistas y bloggers organizada por el Salón Erótico de Barcelona en 2015. De hecho, y esto es uno de esos secretos que acostumbran a quedarse tras bambalinas, fuimos una de las opiniones consultadas cuando empezó a dar sus primeros pasos en la industria del entretenimiento para adultos, es por ello que en cierta manera no podemos evitar sentirnos orgullosos de lo bien que le están yendo las cosas. Nos referimos a Estefani Tarrago, una atractiva barcelonesa de 27 años recién cumplidos que contra todo pronóstico se coronó actriz revelación en la pasada edición de los Premios Ninfa. En su creciente currículum destacan colaboraciones con productoras como Krakenhot, FAKings, MMM100, Conrad Son, Pornovatas, SpicyLab, Ann&Marc Studios, PornDoe Premium, Barnaporn, Zorrilandia Films, L’Officiel Du X o Puta Locura por citar algunas, aunque donde realmente se encuentra en su elemento es sobre el escenario, realizando shows en vivo.
En lo personal Estefani Tarrago se define como una persona dulce, respetuosa y sincera, amante de los animales hasta el punto de adoptar a un pajarito caído de su nido (#TrueStory), aunque también se considera un culo de mal asiento, hiperactividad que de más joven le causó algún que otro dolor de cabeza. Entre sus aficiones se encuentra la lectura, el cine de terror y la música, compañera habitual de sus múltiples trayectos. Recientemente, aprovechando su visita a la ciudad condal con motivo de un rodaje, nos hemos citado con ella para tomar un café e intentar conocerla en mayor profundidad.
LGU: ¿A qué te dedicabas antes de ser trabajadora sexual?
ESTEFANI: Trabajaba de administrativa. Me encantaba. De hecho si me presentas una oferta ahora mismo te la cojo (ríe). Siempre me ha gustado y he estudiado para ello pero, con la crisis y todo lo que ha habido, hicieron un ERE en el sitio donde estaba y me tocó. Lo malo es que, tras perder mi empleo, también lo perdió mi pareja y empezaron las discusiones, el agobio, el estrés… lo que imagino que pasa en todas las casas cuando ambos pierden el trabajo. A partir de ahí se rompió la relación y tras echar muchos currículums llegó un momento en que los ahorros se evaporaron, faltaba pagar la letra de la casa y, dado que no salía nada y ya no estaba con él, tras pensarlo mucho decidí empezar a hacer de escort.
¿En qué momento te planteas entrar en el porno?
En eso hubieron dos personas clave: Maria Bosé y John Barea. Ellos fueron muy sinceros conmigo y me insistieron en que, dado que tenía buen físico y me gustaba el sexo, era tonta si no lo intentaba. Entonces me planteé que todo era probar; si entraba en el porno, me gustaba y gustaba a la gente, seguiría, si no pues nada. Mi primera escena fue con Krakenhot, un productor de BDSM con el que llevaba hablando más o menos un año. Me animé a hacerlo porque sabía que estaría bien. A partir de ahí llegué a FAKings con Arnaldo, Bea y Fénix Darte, que por desgracia ya no está entre nosotros. Gracias a Fénix me acabé de quitar la venda y decidí que esto me gustaba, que era lo mío.
¿Anteriormente consumías porno?. ¿Tenías algún actor o actriz favorito?
Claro (ríe). A mí el porno que siempre me ha gustado muchísimo es el que tiene un poco de guión, aquello de la administrativa morbosa que llega un cliente… porque si no es tan frío… Que hay escenas que se hacen así y son impresionantes pero a mí sinceramente me gusta más que haya un pequeño guión que te vaya introduciendo. Y que el sexo sea soft, más tirando a romántico. Alguna escena no te digo que no, pero en el trabajo siempre intento hacer lo que me gusta y una vez probé una hard y no…
Mi referente siempre ha sido Bibian Norai, de hecho ahora somos super amigas. Siempre me ha gustado su sencillez, cómo transmitía a cámara y si no puedo llegar a ser igual, que eso es imposible, pues más o menos.

Antes de meterte en esto, ¿sabías algo de cómo era la realidad del porno? ¿Hay algo que te haya sorprendido o decepcionado?
No, no sabía nada. Decepcionado no, sorprendido sí. Según qué clase de grabación, la de horas que conlleva. Yo pensaba que era llegar y hasta luego pero, por ejemplo, mañana tengo una grabación que empieza a las ocho de la mañana y si todo va bien terminaremos sobre las diez de la noche. No puedo desvelar mucho pero, por lo que he leído del guión, será impresionante.
¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de este trabajo?
Lo que más me gusta es viajar, conocer personas, actores y actrices de todo el mundo. Lo que menos me gusta son los típicos que se hacen pasar por productoras e intentan engañarte. El problema de esto es que, cuando salen productoras nuevas, te hacen dudar de ellos. Eso me fastidia.
¿A nivel sexual hay algo que hayas aprendido o hayas hecho por primera vez trabajando en este sector? ¿Qué práctica no estarías dispuesta a hacer jamás?
Una vez me pidieron hacer una lluvia dorada, no lo había hecho nunca y no me desagradó pero al ser la primera vez me resultó rarísimo. Aunque recibirla no creo que me gustase porque para esas cosas soy muy pudorosa. Anal no hago porque tuve una mala experiencia con mi ex-pareja, me bloqueé y ya nunca más. Y mira que estoy con juguetitos de dilatación pero no termino de dar el paso. Supongo que algún día lo haré y si puede ser será con Pablo Ferrari porque es muy cuidadoso. Íbamos a hacer una peli pero no terminó de cuadrar porque el inglés lo tengo un poco verde, pero estoy apuntada a clases particulares y mi profesor me ha dicho que en cuestión de un mes me ve hablándolo. Lo que nunca haría es algo super hardcore, va en contra de mi naturaleza. Yo soy chiquita y si me pones una polla XL ¡me vas a matar!
¿Qué es Tarrago Porn?
No puedo hablar mucho de ello todavía (ríe). Es un proyecto de una productora mía pero quiero ir con pies de plomo porque quiero tenerlo todo muy bien hecho y grabar con la máxima calidad posible. Espero que con el ritmo que llevamos, si no se tuerce nada, muy prontito pueda explicar más.
En octubre del año pasado hiciste una escena con FAKings que tuvo bastante polémica por tocar el tema del referéndum de autodeterminación celebrado en Cataluña, llegando incluso a ser victima de insultos y amenazas. ¿Cómo viviste todo aquello?
A mí me llamaron de FAKings y me propusieron hacer esta escena ya que era catalana. Me pareció bien pero, claro, yo no sabía todo lo que conllevaría, ni tenia ni idea de lo que le había pasado a Juan Marín a nivel personal. Sinceramente, no sé si la volvería a hacer. Es complicado. No la volvería a hacer por las amenazas, pero seguramente repetiría por la parte de interpretación. No tenía ni idea de política y en una noche me tuve que aprender mi papel y empaparme de todo lo que pasaba. Yo sabía que la cosa estaba calentita porque algo escuchas por la radio pero no sabía hasta qué punto. Fue publicar la escena y automáticamente empezar a recibir amenazas y eso que es una de las escenas que menos reproducciones ha tenido. Entiendo que ha tenido tanta repercusión porque es el tema del procés y todo eso, pero es que ¡no la ha visto tanta gente!.
A causa de esto anunciaste tu retiro temporal de las redes sociales. ¿Cómo recuperas la normalidad?
La verdad es que me costó muchísimo. Después de poner eso en Twitter salió mucha gente apoyándome, diciéndome que no me fuese de las redes sociales, que eso era lo que querían. Hablando tranquilamente con Sandra, mi mejor amiga, y gracias a la revista Primera Linea, que lo sacaron, cuando las llamadas y los mensajes menguaron decidí seguir.
¿Qué opinas del feminismo y del papel de la mujer en la industria porno?
No me termino de identificar con ese término porque últimamente se está retorciendo bastante. Yo creo en la igualdad de géneros. En su día, cuando comencé de escort, me fui a ver si me podía dar de alta y no pude porque no hay ningún epígrafe que regule nuestra profesión. A mí no me cuesta nada darme de alta como autónoma y pagar mis impuestos, nunca me he negado, pero no está legalizado. Eso sí que lo veo mal, que haya pasado tanto tiempo y no se haya regularizado.
Con respecto al papel de la mujer no veo bien el acoso que ha tenido alguna compañera. Yo puedo grabar contigo, por ejemplo, y si en ese momento veo algo que no me gusta o que no hemos pactado, paro la grabación. Tanto el chico como la chica debemos tener el voto de decisión. Yo por suerte no me he sentido obligada en ningún momento. De hecho, tengo una escena de un trío en FAKings en la que al muchacho le dije que a mí no me iban las tortas fuertes en el culo, que si me daba intentara no hacerme daño. Me dio un manotazo que me giré y le dije «me vuelves a dar otra así y te la devuelvo«. Eso sale en la escena, lo puedes buscar. Yo no me corto, soy una chica muy trasparente.
Te hemos podido ver en diferentes festivales como el Salón Erótico de Barcelona, el Salón Erótico de Madrid o el Valencia Erotic Party. ¿Consideras que estos eventos son beneficiosos para los artistas?
Sí porque quieras o no vas haciendo contactos. Si no es trabajando con alguna productora, te acercas al stand de otra y puedes hablar con el productor o el encargado. A mí me encantan porque me encanta hacer shows y porque estamos todos los compañeros juntos, que hay pocas oportunidades de hacerlo. Y claro, una parte de la experiencia es que te pueda ver la gente y eso a mí me llena, aunque sea agotador. En el Salón Erótico de Madrid, que fue el segundo festival al que asistí, llegué pesando cincuenta quilos y me fui con cuarenta y cinco. En la productora con la que iba faltaron algunos compañeros, como casi siempre suele pasar, y como a mí no me gusta dejar huecos entre actuaciones salía y salía… (ríe). Y menos mal que nos dieron bien de comer, que no tuvimos ningún problema, pero era quema, quema… y perdí mucho peso.
Ahora que mencionas lo de comer, en el pasado SEM hubo bastante polémica con el tema de las condiciones laborales de los artistas. ¿Cómo fue tu experiencia?
Sinceramente, le echan siempre las culpas a los organizadores y no siempre la tienen. Yo pienso que si el organizador no te ha puesto duchas, habla con tu productora y si ellos tampoco te la ponen, sé un poco inteligente y hazte tu propia ducha. Eso fue lo que hice yo, hablé con los organizadores de mi stand y me dijeron que por tiempo ya les era imposible montarlo así que les contesté «bueno, pues me traes una garrafa de cinco litros y arreando«. ¿Quien no se ha duchado alguna vez con una botella en un camping?
¿Cómo viviste el momento en el que anuncian que eras la ganadora del Premio Ninfa a actriz revelación del año?
Nervios. Bueno de hecho ya se pudo ver cuando subí al escenario, que no podía ni hablar. No me lo esperaba más que nada porque el primer año de mi trayectoria lo tuve muy complicado al trabajar siempre con preservativo. Cuando dijeron mi nombre no me lo creía. No te puedo decir si realmente lo merecía o no porque todas las nominadas habían sido muy buenas compañeras y muy competitivas, que es lo que a mí me gusta. Yo siempre intento dar lo mejor de mí y si encima tengo una compañera -no digo rival- que está teniendo una buena trayectoria, me motiva para esforzarme muchísimo más. Las envidias y estas cosas nunca me han gustado, si tengo que decirle algo a un compañero siempre se lo he dicho a la cara. Soy una persona muy transparente y creo que demasiado sincera (ríe). Ahora estoy trabajando más, aparte de por el premio, porque en enero me coloqué el DIU y ruedo ya sin preservativo.
¿Cómo ves la situación del porno en España? ¿Qué consideras que se debería mejorar o corregir?
Es complicado. Se podría mejorar, ya no solamente en las grabaciones y tal, sino en el compañerismo, por ejemplo. Porque casi siempre -no todos, también hay que dejarlo muy claro- si te pueden pisotear, te pisotean. Eso no me gusta. Desde que empecé me ayudaron, por lo que estoy super agradecida, y por mi forma de ser me gusta ayudar. Luego ya es si me la das o no me la das y ahí mi carácter sale o no sale. Podría mejorar tanto en compañeros como en productoras. Siempre se puede mejorar. Sobre condiciones, yo si trabajo es porque me parecen aceptables, sino no trabajo. Quieras o no en este trabajo siempre eres libre de aceptar las condiciones. En ese aspecto no he tenido ninguna mala experiencia por ahora, toco madera.
¿Dedicarte a una profesión tan estigmatizante te ha causado algún conflicto en tu círculo social cercano?
Amigos no he perdido pero sí que me han advertido «¿donde te estas metiendo?«. La clase de amigos que tengo son igual de sinceros que yo. No tengo ningún tabú ni con amigos ni con familiares. La familia se lo tomó a bien y me apoyaron. Yo no oculto nada, me da igual. Ahora mismo estamos en una cafetería y estoy hablando abiertamente, no me cohíbe. Si no fuese así no me dedicaría a esto.
¿Qué tal es el trato con los fans? ¿Te reconocen mucho por la calle?
Sí, hace poco me pasó en Sants que un chico me entró preguntando «¡¿Eres Estefani?!. Es que te he visto, ¿me puesto hacer una foto contigo?«. Me sentí más intimidada que él, no por la forma de decírmelo, sino por como me entró. Yo estaba con los cascos, totalmente aislada porque cuando voy en transporte público siempre escucho música, y fue el susto del momento. Estaba desprevenida, no me lo esperaba. Después afortunadamente he tenido otras experiencias más normales.
¿Actualmente tienes pareja? ¿Qué características debería tener la persona que pretenda conquistarte?
No, no tengo. ¿Características? A ver, yo sinceramente no me fijo tanto en el físico. Que sí que ayuda, no nos vamos a engañar, pero prefiero que sea inteligente o cariñoso, porque yo soy muy cariñosa. Y sobre todo que haya respeto mutuo, porque eso es la base de una relación.
¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre? ¿Cuales son tus aficiones?
Últimamente no tengo mucho. Lo que me gusta es leer, siempre llevo un libro encima. Me gustan las novelas de todo tipo, policíaca, suspense, miedo… Lo último que leí es el libro de Bibian Norai y ahora estoy con ‘No Tardes en Suceder‘ de Joel Reyes, que es amigo mío. También me gusta el gimnasio, siempre voy un par de horas, y si puedo voy al cine. Me gustan mucho las películas de miedo pero últimamente ha bajado mucho la calidad. La que me impactó mucho fue ‘El Exorcista‘. También me gustan las de acción, las románticas… aunque últimamente, no sé por qué, las he dejado un poco de lado. Sobre música, menos reggaeton que no me termina de gustar, me gusta todo. Prefiero más el techno o la música clásica, según el momento.
Eso es todo. Muchas gracias Estefani y mucha suerte
Gracias a ti por querer entrevistarme y a mi fans que espero seguir muchos años dando que hablar.