Nuestro protagonista de hoy es uno de los actores y directores más reconocidos del panorama pornográfico español, todo un veterano con más de catorce años en el negocio y habitual de los premios más prestigiosos del sector. Nacido en Palencia en 1978, en el seno de una familia acomodada, Pablo Ferrari tuvo claro desde muy pronta edad que de mayor sería ciclista o empresario. Durante una década lo intentó con el ciclismo pero, cuando tuvo que ceder ante la exigencia de este duro deporte, decidió abordar su otro sueño metiéndose en el mundo de los negocios. Sin embargo una tercera afición que se había mantenido latente durante todo este tiempo fue ganando importancia hasta que a finales de 2009 se convirtió en su principal ocupación: la de actor porno.

Un par de años después, tras haberse recorrido el circuito español de cabo a rabo, decidió emprender un paso decisivo fundando Red Devil X, productora que destacó en su momento por el cuidado y calidad de sus escenas y que le sirvió de laboratorio para perfeccionar las habilidades como director que posteriormente le abrirían las puertas a firmas como Brazzers, Mofos, TeenMegaWorld, Cumlouder o Private. Como actor su currículum no es menos impresionante, acumulando colaboraciones con productoras como Dorcel, PornDoe Premium, DDF NetworkDigital PlaygroundEvil Angel, Team SkeetKinkBabes, Tinelli Films o Virtual Taboo entre muchas otras. Por si fuese poco, aparte del Galaxy Award en 2013 por la Mejor escena lésbica y diversos Premios Ninfa por sus labores como director, desde 2014 es asiduo entre los candidatos a los AVN o los XBIZ Awards.

Profesional exigente y meticuloso, Pablo Ferrari es una persona que se crece ante el desafío, un superviviente que ha sabido reinventarse en varias ocasiones para hacer frente a los escollos de su camino. Sin embargo la característica que mejor le define es su amor por el séptimo arte, un amor que le condiciona a seguir apostando por un estilo de porno cinematográfico aún a sabiendas de que las tendencias no le acompañan. Recientemente nos citamos con él en un cafetería del barrio de Sants en Barcelona para repasar su carrera e intentar conocerlo en mayor profundidad.

© ScrewBox

LGU: ¿A qué te dedicabas antes de entrar en el porno?

PABLO: Desde muy pequeño tuve las ideas muy claras sobre lo que quería ser: ciclista profesional o empresario. Empresario porque mi abuelo era un empresario de éxito, tenía una quesería muy grande y me acuerdo que en las vacaciones de verano me gustaba visitarle y ver como fabricaban el queso. A veces incluso me iba con mis tíos para ver cómo lo comercializaban porque también me atraía el tema de la venta. En ciclismo estuve compitiendo a alto nivel durante diez años y la verdad es que es un deporte bastante complicado a nivel físico y mental. Me ayudó a aprender lo que es el esfuerzo y el sacrificio pero llegó un momento en el que me exigía demasiado, así que a los dieciocho años decidí abandonarlo y enfocarme en los negocios.

Como no tenia dinero ni conocimientos empecé repartiendo publicidad en los buzones. De ahí pasé a repartidor de pasteles y de ahí entré en El Corte Inglés, que era algo que ya me gustaba más porque se trataba de venta y estaba mejor pagado. El Corte Inglés se me quedó pequeño y me fui de comercial a una empresa del sector de la construcción que también vendían maquinaria. En muy poco tiempo, y esto se puede comprobar, conseguí ser el mejor vendedor de España. Me fue bastante bien, me ascendieron a jefe de zona, llegué a ser el mejor jefe de ventas de la empresa en España y a raíz de eso cogí experiencia para montar mi propio negocio. Durante bastante tiempo las cosas me fueron bien pero luego llegó la crisis, el sector de la construcción se desplomó y tuve que hacer concurso de acreedores.

¿Cómo se cruza el porno en tu vida?

Yo empecé a consumir porno desde muy pequeño (las revistas que se veían entonces en los kioskos, las películas de Canal+…) y siempre había tenido la curiosidad de saber si valdría para este trabajo, así que en 2004 me apunté a un casting que organizó la productora Manda Huevos Producciones en Tarragona. La cosa fue bien, recuerdo que nos presentamos cuatro chicos y solo funcioné yo porque ellos estaban cagados de miedo, y aunque me ofrecieron trabajos tuve que echar el freno porque en aquel momento tenia otros negocios que eran incompatibles con el porno. Pero en 2008, cuando tuve que cerrar las empresas y pensaba qué hacer, como ya no tenía nada más que perder me dije que era el momento de tirar adelante con esto. A finales de 2009 empecé de nuevo, más o menos a la par con Leche69 y FAKings, con los que hice bastantes escenas, y a raíz de eso empecé a rodar con Actrices del Porno y el resto.

De tu época de consumidor ¿tenias alguna actriz o actor favorito?

Actriz favorita no tenía, me gustaban prácticamente todas. Para mí eran diosas. No me fijaba en prototipos de chicas que fuesen excesivamente guapas o excesivamente atractivas, me gustaba más el conjunto de la escena en general. Sin embargo como actor me gustaba mucho David Perry porque lo veía una persona muy sencilla, nada prepotente, con un cuerpo normal. Me gustaba su forma de expresar, me sentía como muy identificado. Luego casualmente he tenido la oportunidad de trabajar con él en una escena para Cumlouder con Misha Cross y Ria Rodriguez [enlace a la escena]. También es cierto que tiempo después, una vez ya dentro del porno, me han llamado mucho la atención Lisa Ann y Kendra Lust.

© Red Devil X

¿Cómo surge la idea de crear Red Devil X?

Entre que había sido empresario y que quería ser actor, crear una productora era algo que tuve claro desde el primer momento. En Red Devil X cometí muchos errores, uno de ellos fue montarla demasiado pronto y sin dinero pero por otra parte me sirvió para aprender cómo funcionaba el negocio y que montar una productora es una cosa bastante complicada. Yo me he educado viendo un porno de mucha calidad, como el de Private en su día o el de productoras alemanas como Puaka, Magma o Inflagranti, donde había mucho látex y otros fetichismos. Cuando creé Red Devil X quise volver a ese tipo de cine pero me dí cuenta de que eso ya no se estilaba. Ahora todo es en formato para Internet, todo es muy gonzo, así que no tuve más remedio que adaptarme. Sin embargo como director sigo teniendo ese concepto de porno antiguo. Para mí Salieri es un referente y rodar con él en Budapest es un lujo porque aprendo muchísimo y además es como volver a las películas que se hacían antes.

Tras desvincularte de Red Devil X has tenido ocasión de dirigir para otras productoras entre las que destaca Brazzers, ¿cómo llegaste a trabajar con ellos?

Bueno, me pasó el contacto una persona de aquí. Hablé con ellos, me dijeron que no era fácil entrar pero me propusieron hacer una escena de prueba. Acepté, hice la escena de la pianista con Marta Lacroft [enlace a la escena], les gustó y dijeron que adelante. Lo que pasa es que luego la situación se complicó porque pedían cosas muy especificas. Por ejemplo, ellos tienen una serie llamada Doctor Adventures que la graban en hospitales reales pero ¿cómo coño grabo eso aquí?. También querían cosas de escuela, que aún era peor. Al final conseguí hacer la escena del hospital porque hablé con la Creu Blanca, donde nos hacemos las analíticas, y me dejaron rodar allí pero creo que me estaban poniendo muy a prueba.

De todas las escenas que has hecho ¿cuál es de la que estas más satisfecho del resultado?

De Red Devil X me gustó «Un País para Follárselo», que fue una serie casi amateur tipo gonzo rodada en las principales fiestas de cada ciudad. Ahí pretendí crear algo viral, controvertido, que buscaba la implicación de la gente. No era el tipo de cine que quería hacer pero sabía que era una cosa interesante. Luego, en la época de Cumlouder, hice varias que me gustaron, más tipo cinematográficas. El problema es que han pasado todas desapercibidas. Por ejemplo la de «Los Padres de Ella» [enlace a la escena] o la de «Hansel y Gretel» [enlace a la escena], la gente no las ha sabido apreciar porque ignora el esfuerzo que hay detrás. En la de «El Francotirador» con Anissa Kate [enlace a la escena] tuvimos también bastantes problemas para hacerla. Otra escena que también me pareció interesante fue la que nos intercambiamos los cuerpos con Misha Cross [enlace a la escena], aunque luego a ella no le hizo puñetera gracia porque se empeñó en que yo iba a quedar como un gay (ríe).

© Dorcel

¿Cuál es tu truco para sacar adelante una escena cuando no hay química con la actriz? ¿Y cómo lo haces para controlarte justamente cuando pasa lo contrario?

Busco mis morbos. Yo cuando veo a la chica directamente ya sé si va a haber feeling o no. Después de hablar con ella, si hay feeling pues mejor pero si no hay conexión tengo que pensar en canalizar la escena de otra manera. Todo es mental. Y al contrario exactamente lo mismo, sé que la escena me va a costar porque me voy a correr a la mínima así que tengo que tranquilizarme, bajarme la libido, pensar despacio… Si te fijas en mis escenas, cuando estoy muy alterado, cambio el ritmo, a veces la saco un poco, le como el coño… Solo con dos o tres segundos que consigas bajar la libido te ayuda a tranquilizarte pero no lo suficiente como para que hayas desempalmado.

¿Alguna vez has tenido que recurrir a la química (Viagra, Cialis, etc)?

Normalmente no suelo necesitarlo porque creo que mi fuerte es la cabeza. Soy bastante fetichista (de culos sobre todo) y esto me sirve de auto motivación. Pero sí que es cierto que siempre llevo alguna Viagra por si toca rodar más de una escena o la cosa se complica. Recuerdo que hace no mucho en Tenerife tuve que rodar seis escenas en un día y me la llevé por si acaso. Pero no suelo utilizarla porque normalmente, a no ser que sea estrictamente necesario, mi cabeza me hace funcionar bien. Pincharme evidentemente no me he pinchado nunca. Cuando me hago los análisis me tengo que tumbar o me desmayo, no quisiera pensar qué pasaría si me pinchase…

Hablando sobre tu afición por los culos, en España eres una especie de gurú del sexo anal, todas las actrices recurren a ti para su primera escena. ¿Cual es tu secreto?

La complicidad con la chica. Lo importante para hacer una escena anal es que la chica esté muy relajada, que se sienta segura, que vea que estás por ella, que sepa que si en un momento dado le duele vas a parar. Esta complicidad te la tienes que trabajar desde que llegas, hablar con ella continuamente. Y en la escena igual, aunque parezca que estoy haciendo un porno muy hard siempre le estoy preguntando en el oído «¿vas bien?, ¿voy más rápido? ¿tengo que parar?». Luego también, antes de empezar, estoy como media hora preparándole muy bien la zona (que si la lengua, el dedo, etc…) y hasta que ella no se siente preparada no se hace nada. Y así sale la escena bien, pero seguro.

¿Tener tanto sexo en el trabajo acaba afectando a tu vida sexual privada?

Hay veces que terminas las escenas y te quedas como con ganas pero sí que es cierto que hay temporadas en las que, si trabajas mucho, después no estás para nadie. También me ha ocurrido que, después de rodar varias escenas y tener la libido por los aires, te tiras un par de días sin trabajar y estás que te subes por las paredes, necesitas descargar, sin embargo transcurridos unos quince días la libido empieza a bajar y baja tanto que luego cuando quieres volver a rodar te cuesta horrores. En la primera escena estás como desentrenado, te notas forzado, pero en la escena del día siguiente estás un poquito mejor y así sucesivamente.

© Cumlouder

¿Recuerdas alguna mala experiencia que se te haya quedado grabada en la memoria?

Malas, malas realmente no. He tenido muchas experiencias que no son  buenas, como por ejemplo una escena con Pierre Woodman que fue bastante desagradable porque hice cosas que no estaban pactadas y no me gustó su manera de tratar a la gente. Pero por lo general no he tenido ninguna mala experiencia. Sí que recuerdo situaciones que en su momento fueron malas pero que ahora son anécdotas divertidas, como por ejemplo la vez que teníamos que rodar a Budapest y perdimos el avión por culpa de un atasco causado por un accidente en Las Rondas. Lo tenía todo contratado para el día siguiente, la localización, las actrices… y no habían más vuelos hasta dentro de una semana. Estaba desesperado así que le propuse al equipo ir en mi coche. ¡Recorrer media Europa sin tener tiempo ni para dormir! Aceptaron y el rodaje salió bien, esa escena se puede encontrar en Private. Casualmente, aprovechando este infortunio y que teníamos que comernos otra vez todo el viaje de vuelta, se me ocurrió la historia de un Papa Noel moderno que iba con el GPS y se perdía. Grabamos en Venecia, Marsella, Mónaco… en un montón de sitios y eso luego sirvió para promocionar la escena de Navidad de Cumlouder.

Una de las facetas que más nos llama la atención sobre tu trabajo es tu bis cómica (esas caras de sorpresa que pones en ocasiones). ¿Te has planteado alguna vez probar suerte en el cine convencional?.

La verdad es que siempre me ha gustado la comedia. Tengo facilidad para poner caras aunque también he hecho escenas de mafioso y puedo ser muy serio. Siempre he querido ser actor de cine convencional (a los diecisiete años hice un casting para la serie ‘Al Salir de Clase‘) pero lo veo muy complicado porque actuar es muy difícil. No es fácil que te den una oportunidad y mucho menos si además vienes del porno. Pero indiscutiblemente si tuviese la oportunidad la aprovecharía.

Entre los diferentes festivales eróticos que has visitado se encuentra la Adult Entertainment Expo ¿Cómo es aquello? ¿Crees que funcionaría algo similar en España? 

Aquello es otro nivel, un concepto totalmente distinto a lo que estamos acostumbrados a ver aquí. Se hace en el hotel Hard Rock de Las Vegas, que es como una ciudad de grande, y dura una semana. Los primeros días son de negocio y luego está la parte de exposición donde están las productoras y las tiendas. También están los stands de las agencias que es donde las actrices firman sus autógrafos. Se forman colas enormes para hacerse fotos con ellas e incluso les llevan DVDs para que se los firmen. Es increíble. Allí están las mejores actrices del mundo. El nivel de glamour es estratosférico. Después. el último día son los AVN Awards. Lo curioso es que las entradas a la Expo cuestan entre 1.500 y 3.000 dólares (la gala se paga aparte) y está petado de gente.

En España ese tipo de festival no funcionaría porque lo que se hace aquí no es un modelo de negocios. Allí la gente va para hacer negocios y luego hay fans que van para ver a las actrices, pero las actrices no enseñan ni una teta. Aquí la gente viene por el espectáculo. A no ser que cambie radicalmente la mentalidad, no lo veo.

© Private

Hace un tiempo lanzaste una interesante propuesta con Teletest para intentar crear un sistema de control similar al que usan en EEUU con respecto a los test sanitarios ¿Qué tal está funcionando?

El problema siempre es el mismo, cuando intentas hacer algo por el bien de todos la gente piensa que lo haces por tu propio beneficio. No solo no te apoyan sino que lo ven mal. Hacer esto en general en España es muy complicado y en el porno mucho más. Hay como mucha envidia, mucha competencia y este tipo de cosas nunca consiguen cuajar. Y es super necesario. En EEUU tienen una base de datos donde constan las analíticas de todo el mundo y todos los productores la pueden contrastar. Esto sirve para varias cosas: para tener centralizado el historial de todo el mundo y saber quién ha rodado con quién de modo que, en el hipotético caso de un positivo, puedas acotar el riesgo de contagio, y también para saber quién tiene las analíticas al día y por lo tanto está disponible para trabajar. Aquí es imposible. Hice ese modelo de negocio pero la mayoría de gente no sabe ni que existe. Ha habido incluso quien se ha negado a firmar los documentos para constar en la base de datos alegando que yo me llevaba comisión. Increíble. El sistema está hecho pero nadie lo ha valorado ni lo están usando.

¿Cómo ves la situación del porno en España? ¿Qué cambiarías o mejorarías?

Primero intentaría mentalizar a la gente de que esto es un trabajo, es una industria y el que funcione depende de nosotros. Aquí la envidia, lo de echar mierda sobre unos u otros no tiene cabida. Estamos solos, es un sector pequeño y si nosotros no nos ayudamos para poder salir adelante, no nos va a ayudar nadie. Partiendo de esa base mejoraría muchas más cosas, como la falta de agencias. Si conseguimos solucionar esto desde fuera nos verían como una industria fuerte e interesante donde invertir.

¿Qué tal es la relación con la familia y amigos? Cuando conoces a alguien, una chica en un bar por ejemplo ¿sientes como que tienes que ocultar tu profesión?

Al principio recuerdo que cuando se lo dije a mis hermanos no se lo tomaron demasiado bien pero ahora sin problema, incluso a mi hermano de vez en cuando le paso algún link para ver qué le parece una escena. El resto de la familia, cuando se enteró, también bien. A mis amigos de toda la vida los perdí pero no sé si es porque empecé en el sector del porno y mi vida cambió mucho, de ser empresario de éxito en aquel entonces, pero ya no los tengo. Por un lado piensas «pues muy amigos no serían…»

Yo intento ir siempre con la verdad por delante porque no me gusta engañar a nadie y prefiero decirlo yo antes de que se enteren por terceros pero sí, por desgracia lo oculto. Aunque cada vez menos. La gente no quiere a una persona así en su vida, ni como amigo ni como pareja, y los medios de comunicación tienen mucha culpa de esto porque, por desgracia, el porno solo sirve para sacar malas noticias. Esto es una cosa que, evidentemente, marca a la gente. Se creen que el porno es mafia. Afortunadamente la cosa está cambiando pero aún queda mucho.

© Jacquie et Michel

¿Actualmente tienes pareja? ¿Como debería ser la mujer que pretenda conquistarte?

No, no tengo. Para empezar tiene que ser sincera porque odio las mentiras, las he odiado siempre. Me gustan las mujeres con carácter, que no sea una sumisa, pero por otra parte también me gusta que en un momento dado sea capaz de girarme la tortilla. Yo soy una persona fetichista y juguetona, por decirlo de alguna manera, y me gusta que ellas también sean así. Físicamente no tengo ninguna predilección. Hace años, antes de empezar en el porno, sí que me fijaba mucho en el físico pero ahora me fijo en otras cosas. Yo creo que esto van cambiando con la edad. Ya puede venir una chica exuberante o buenísima que si luego no me gusta su carácter me da igual como sea. El físico importa, no hay que ser hipócrita, pero no es lo más importante.

¿Cuales son tus aficiones? ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?

Pues han cambiado mucho. Antes tenía muchos hobbys, hacia snowboard, me iba a Francia a esquiar… ahora prácticamente no salgo, me dedico a trabajar. Me encanta el cine, me lo trago todo: comedias, románticas… Me encanta el cine bélico y también el de terror, además me aficioné de niño viendo películas con mi madre y me acuerdo que cuando me acojonaba ella me explicaba que todo era mentira, que era un señor disfrazado que le decían lo que tenía que hacer. Es curioso porque hace poco hubo mucha controversia intentando vincular el porno con el caso de La Manada y, cuando era pequeño, a mí mi madre me enseñó que el cine era ficción, que ese señor no mataba realmente a nadie, y en el porno es exactamente lo mismo: nosotros somos actores y hacemos una ficción. Si la gente se lo cree, el problema lo tienen ellos no nosotros. Me gustan mucho también los documentales, el Canal Historia me lo trago entero. Sobre música escucho de todo tipo, cuando era más joven me gustaban mucho grupos ingleses como Pet Shop Boys o Depeche Mode, ahora me siguen gustando pero no tengo preferencias.

Muchas gracias, Pablo.

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