No es ningún secreto que conseguir hacerse un hueco en el competitivo mundo del porno es mucho más difícil para los hombres que para las mujeres, solo hay que comparar la cantidad de actores y actrices que surgen cada año y ver cuántos de ellos prosperan. Una de las últimas y más exitosas incorporaciones al sector ha sido la protagonizada por Sylvan Gavroche (o simplemente Sylvan G), un sabadellense de 27 años que debutó a finales de 2014 con un corto de la desaparecida Blackmind Studios y que poco a poco, gracias a su profesionalidad y buen hacer, ha conseguido convertirse en uno de los nombres más solicitados del sector. En su currículum, además de protagonizar diversas campañas publicitarias para marcas como Danone, Hyundai o Sony y haber participado junto a Amarna Miller en el videoclip «Ritmo en la Sangre» del trío musical Novedades Carminha, destacan trabajos para productoras porno como Private, Virtual Taboo, MMM100CumlouderMofosJacquie et MichelTinelli Films o DDF Network a la par que otras colaboraciones de corte más artístico con estudios como Erika Lust, JoymiiAbby Winters, Four Chambers o FrolicMe. Recientemente también ha comenzado a dirigir sus propias escenas para Tetatita.com.

Sin embargo las cualidades de Sylvan no se reducen meramente a lo físico, además es un tipo inteligente e instruido con estudios que incluyen la carrera de Criminología y un Postgrado sobre Violencia de Género. Aparte es un enamorado de la naturaleza, los perros, la cocina y los deportes (en especial del baloncesto). El pasado octubre, aprovechando su presencia en el Salón Erótico de Barcelona, tuvimos ocasión de compartir unos minutos con él para intentar conocerle mejor.

© Drew Camp

LGU: ¿Cómo recuerdas tu primer contacto con el porno?

SYLVAN: Yo empecé a tener sexo muy temprano, mucho más de lo que la gente debería, y a consumir porno también muy pronto. Sí que es verdad que el porno está hecho para mayores de edad pero, como todo el mundo sabe, también lo ven menores. Igual se debería hacer un ejercicio para dejar claro que las cosas que se hacen el porno son ficción porque a mi me pasó. Por muy bien que lo hiciesen mis padres al final mi educación sexual fue el porno y me ha pasado de tener catorce, quince o dieciséis años y hacerle daño a una chica por pensar que lo que hacía era normal. Luego te das cuenta de que no.

Entonces, ¿consumías porno? ¿De algún tipo en concreto? ¿Tenías algún actor favorito?

Consumía y consumo. De todo tipo. El porno mainstream va bien para hacerse una paja rápida pero no me aporta mucho. Consumo mogollón de hentai y lo que me gustan son las historias bien animadas y protagonizadas por chicas de diferentes tipos. Me gusta el sexo con personas normales, de hecho desde que consigo dirigir mis cosas intento introducir diversidad de cuerpos y gente. Como por ejemplo «Eva» donde sale una chica gordita o «Workout» con Jesús Reyes que era gay friendly y encima con un chico negro, porque también he escuchado muchas veces que dicen que el porno es racista. Intento no hacer siempre lo mismo, siempre la misma postura… me gusta ver sexo real en cámara.

Cuando empecé en el porno me hice una lista de gente con la que quería trabajar, que obviamente son gente que consumo, y lo he conseguido con la mayoría: Erika Lust, SexArt, Noemilk (antes y post operación), Amirah Adara, Amarna Miller… y tengo un par de cosas más que no voy a decir para ver si vienen [risas]. Me encantan August Ames, Katrina Jade y Janice Griffith, son mis chicas preferidas. Como actores, por ejemplo, Rocco Siffredi. Te puede caer mejor o peor pero delante de cámara es una pasada.

¿A qué te dedicabas antes de meterte profesionalmente en el porno?

A estudiar. Los cuatro duros que me sacaba antes los conseguía haciendo -odio la palabra- cine convencional. Acabé Bachillerato, hice un año de Filología Inglesa pero lo dejé porque me dí cuenta de que eso no valía para nada y me puse a hacer el Grado Superior de Audiovisuales. Estuve un año en una televisión local haciendo de cámara y reportero pero luego cerraron el canal. Me quedé sin nada que hacer y la chica con la que estaba entonces me animó a estudiar otra vez. Estuve mirando varias carreras, más tema de audiovisuales porque a mí eso siempre me ha gustado, pero no entré por nota. También estuve mirando Psicología, Pedagogía… pero Criminología, a pesar de que la gente se piensa que es un CSI y no tiene nada que ver, vi que tenía Psicología, vi que tenía Derecho… mi madre es abogada y, quieras que no, desde pequeño he visto mucho del tema. Me moló la mezcla y me metí. En mi vida nunca me planteo las cosas porque quiera dedicarme a ello, las hago porque me gusta, porque me llena como persona. El porno es un añadido.

¿Y cómo decides un buen día entrar en la industria para adultos?

A través de convencional. Hablé con Nico Bertrand y Anneke Necro que buscaban un actor para un proyecto erótico/porno sobre parafilias. Yo justo lo acababa de estudiar en la carrera (los trastornos de la mente, las parafilias y cómo diferenciar una cosa de las otra). Hice una escena sobre hipoxia donde tenía que ahogar a Anneke y luego Amarna Miller tuvo la brillante idea de trabajar con ellos y, como necesitaban un chico, fui yo. Como me suele pasar en todos los rodajes llegué dos horas antes de tiempo y estaban entrevistando a Amarna. Yo ya sabía de qué rollo iba pero me impresionó mucho verla en directo hablando sobre otros tipos de porno que yo ignoraba que existían. Luego pensando y hablándolo con gente de mi entorno me dije ¿por qué no probar?. Me fui a Amsterdam a grabar con Abby Winters, una compañía que hace porno con parejas ‘reales’ y ahí tuve mi primer vídeo y mis primeras fotos para ir enseñando a las productoras.

Yo creo que he tenido mucha suerte porque primero coincidí con Amarna, Anneke y Nico, luego otra productora también se fijó en mí y conocí a Juan Lucho y a Silvia Rubí que son tops mundiales… Yo iba perdidísimo y me ayudaron mucho. Sé que hay gente que empieza y hasta que no pueden hacer algo les cuesta la vida.

¿Cómo imaginabas que sería trabajar en este sector? ¿Hay algo que te haya sorprendido o decepcionado?

Yo es que soy una persona que se empana mucho y antes de meterme ya pregunté. Me enteré mucho de cómo iban las cosas, de qué se hacia, de con quién ir con cuidado… Y al final la idea que me hice es la que me he encontrado. Me esperaba más compañerismo entre actores y actrices. No todos, hay gente muy maja, pero hay otros que van con mucho dividinismo y aquí estamos todos para que la gente se lo pase bien con nosotros.

¿Qué es lo que más te gusta y lo que menos te gusta de este trabajo?

Lo que más me gusta es el cariño de la gente y poder hacer cosas que en mi vida privada no podría: viajar, estar en casas lujosas, conocer a mucha gente y poder expresarme. Lo que menos, la gente que me conocía antes o que se creía que me conocía. Ver sus miradas de pena, asco y superioridad por creerse mejores con respecto a la cosa que he decidido hacer con mi cuerpo.

¿Qué es lo más extremo que has hecho en una escena?

Es curioso porque empecé con una productora de BDSM y creo que mis dos escenas más hardcore fueron ahí. Una con Valentina Bianco, que tenía que tirar y ahogarla con un cinturón… La primera vez que follas en pantalla y follas así [risas]. Pero bien, el tema del BDSM es algo que practico en mi vida personal y lo domino. Luego sí que es verdad que he hecho tres o cuatro escenas con WTF Pass en la que éramos tres chicos con una chica y es sexo bastante duro. Volvemos a lo de antes, es ficción pero no me gusta el mensaje que transmite. Igual que los pickups, tampoco me gustaba el mensaje de ofrecer dinero por sexo pero metiéndome en esto he conocido a mucha gente pro-sex y, si hay consentimiento expreso, al final no hay problema.

¿Qué práctica no estarías dispuesto a hacer jamás?

No creo que haya ninguna práctica que no estuviese dispuesto a hacer pero sí que te puedo decir las que no me gustan, como el sexo anal. Lo he hecho y al ‘amigo’ no le gusta. Con el porno gay no tengo problemas, lo que pasa es que en esta industria es muy complicado ser bisexual si eres un tío. Si eres una tía es super guay pero si eres tío es diferente. Por eso todo lo que es mi apertura de miras me lo reservo para mi ámbito privado. Además, como te digo, no me gusta el sexo anal y búscate una productora de cine gay donde no haya sexo anal, porque yo de activo no me gusta y de pasivo… ¡nanai!. Escenas gay friendly sí que he hecho, he hecho solos y tengo encartado hacer un trío con una chica en FrolicMe donde hay interacción entre los chicos. Y estoy encantado, me lo paso muy bien.

¿Cuál es tu secreto para sacar adelante una escena cuando no hay atracción o química con la actriz con la que estás trabajando?

Ese quizás es mi punto flaco. Yo soy muy exigente antes de grabar, por eso siempre pido saber quién es la chica, porque antes quiero ver vídeos. Hay chicas que obviamente, como a todo el mundo, no me gustan y he tirado rodajes atrás por ese motivo. Físicamente no tengo ningún problema con nadie pero no me gustan las chicas que son divas, igual que no puedo hacer tríos con señores que son machos alfa. Por eso, antes del rodaje, quiero tenerlo todo muy preparado. También quiero hablar con la chica sobre qué le gusta y qué no. A mí, por ejemplo, no me gusta nada que me toquen los pezones. Al final el porno es sexo y el sexo es pasárselo bien, si no voy a estar cómodo pues hasta luego.

¿Alguna vez has tenido que recurrir a ayudas cuando el «amigo» no colabora?

Sí y el que te diga que no, te miente. Piensa que, sobre todo con el porno mainstream, todo se reduce a que el chico esté erecto porque un vídeo con una polla flácida no vende. Lo he hecho en alguna ocasión con productoras de gente amiga a los que no quiero fastidiarles el rodaje. Pero, por ejemplo, en VR he tenido muchos problemas y al final les dije «mira, no grabo más porque no quiero fastidiarte más rodajes». Por eso tampoco hago shows en directo. No soy capaz de empalmar con tanta gente mirándome en un escenario y paso de meterme una inyección en la polla para después tenerla cuatro horas dura.

Es lo que hablamos, en el porno siempre salen pollas super duras y luego resulta que tienes quince años, estás follando y no empalmas. ¿Qué pasa?. El falocentrismo que hay en el porno es extremado y hay otras muchas cosas que se pueden hacer.

Entonces, ¿no eres muy partidario del porno en Realidad Virtual?

Yo soy un tío muy activo. Muy dominante. Me gusta tocar, me gusta besar, me gusta morder… y con el VR estás tumbado con una cámara delante y no puedes hacer nada. Por eso dejé de grabar, porque mi ‘amigo’ dijo que así no. De hecho dentro de poco voy a probar otra vez pero el productor ya está sobre aviso de que igual no sale bien. Me gusta verlo, lo encuentro un producto muy interesante. Marea un poco porque la cosa aún no está muy desarrollada pero creo que siempre será un producto muy enfocado para hombres. Sé que hay vídeos VR para chicas pero no sé cómo será un blowjob en POV… ¿Qué se ve? ¿un ombligo?

¿Cómo surge la oportunidad de participar en el videoclip de Novedades Carminha? ¿Cómo te ha beneficiado su repercusión?

Pues de suplente. Si no me equivoco tenían que ser Amarna y Bel Gris pero Bel tenía la pierna rota y me llamaron a mí. La verdad es que, junto con un par de escenas, es donde mejor he estado. Quieras que no la gente del porno está muy acostumbrada y cuando estás con gente del convencional, les sorprende mucho, van con mucho cuidado, se preocupan de que estés bien… A veces ni se referían a la polla por su nombre. Me acuerdo que querían que descapullase para lucir mejor en cámara y no sabían cómo pedírmelo [risas]. A mí me encanta trabajar en proyectos de gente nueva por eso, porque hay ilusión, no es tanto una factoría de vídeos. Tiene magia, tiene arte.

Tuve la suerte de empezar con Amarna cuando empezó su boom y volver a trabajar con ella cuando ya estaba en boca de todos y, claro, a mí me ayudó. Que tampoco soy la persona más famosa del mundo pero después de eso los likes y los followers suben. Pero de trabajo no creas. Trabajar con Amarna en España te alternativiza un poco porque si Amarna tiene algo es que es muy crítica con el porno mainstream aunque lo haga, y yo su mensaje lo tengo como algo muy mío también. Entonces lo de trabajar con productoras mainstream… Pero ya me va bien. La gente me llama para hacer más entrevistas, salen más temas de porno alternativo… Pero es lo que se dice, que de post-porno y porno alternativo no se vive.

Una de las características que te definen públicamente es tu defensa del feminismo. ¿Cómo ves ese movimiento en lo que respecta al porno?

La verdad es que es complicado y todos pecamos un poco de hipócritas. Yo siempre digo lo mismo: ser feminista no se es, se intenta. Y yo de verdad que lo intento a pesar de haber cometido fallos, como el problema que tuve con Andrea Levy. Creo que lo que tendrían que hacer los hombres es tratar, ya no a las chicas sino a las personas, como nos gustaría que nos tratasen a nosotros. En el porno he oído historias que me han dejado horrorizado y luego nosotros decimos que no hay trata, que no hay abusos… pero cuidado. Al final lo que tenemos que intentar todos es que todo el mundo esté cómodo y que nadie haga nada que no quiera hacer. Si todo es consensuado desde una perspectiva sincera no hay problema, pero cuando algo de esto falla es cuando tenemos que ponernos las manos a la cabeza e intentar parar de hacer cosas que no están bien vistas.

El año pasado estuviste nominado a Actor Revelación en los Premios Ninfa. Este año no ha habido suerte y no has conseguido ninguna nominación. ¿Qué opinas de los premios (en general)?

Yo no hago esto ni para ser el mejor, ni para que me lo reconozca todo el mundo, lo hago porque me lo paso pipa, porque me gusta verme en pantalla y porque me gusta que la gente me vea. Si me dan un premio iré, daré las gracias y lo aceptaré pero si no tampoco me voy a quejar. Sé que hay actores que están super picados porque no ganan. No es algo que me llame.

¿Qué tal tu experiencia en los diferentes salones y festivales?

Mi primer festival fue el Valencia Sex Festival; hice dos shows, el primero salió bien, el segundo mal y dije que no haría más shows en directo. Luego me llamó Ratpenat para ir con Zorrilandia al Salón Erótico de Barcelona del año pasado, tuve fregado con gente de fuera del salón, no estaba cómodo y decidí irme. Y este año no iba a venir pero me llamó Lukas el Bala, que es un chico al que le tengo mucho aprecio, me dijo si quería hacer promoción, que no tenía obligación de hacer ningún show y que podía venir los días que quisiese y aquí estoy. No puedo comparar con otros años porque la anterior vez estuve solo una tarde, pero me lo estoy pasando muy bien.

A mí las aglomeraciones de peña no me molan. no estoy cómodo, entonces para venir a un festival es complicado. Además si te gusta el porno alternativo, como es mi caso, aquí vas a encontrar poco. Me parece super bien, por ejemplo, la iniciativa con la Fundación Vicki Bernadet, además Vicki Bernadet me ha dado clases en el postgrado y estoy super de acuerdo, pero hay otras cosas del Salón que no me gustan nada y si tengo que decirlas ya lo hablaré con quien corresponda.

¿Te resulta difícil combinar tu vida personal con la profesional?

Menos de lo que me esperaba. A nivel familiar no he tenido ningún problema. La gente que tenía que saberlo lo sabe y la gente que no lo sabe, sabemos porqué no tienen que saberlo. Luego te diría que he perdido algún amigo pero sería mentira porque si no son mis amigos ahora tampoco lo eran antes. La verdad es que estoy muy contento. Con mi pareja llevamos juntos casi cinco años y la idea no es que se acabe. No voy a entrar en qué tipo de relación tenemos porque no hace falta pero, mientras ella esté bien, yo voy a seguir. Además a ella le gusta lo que hago así que genial [risas]. Lo que pediría es que las productoras dejasen de pedirle que trabaje de esto porque no quiere, ¡es profesora! [risas].

¿Qué características debe tener la persona que pretenda conquistarte?

Me gusta la gente que no me da la razón, que pueda hacerme cambiar de opinión y de la que pueda aprender. Con el resto me aburro un poco [risas]. No me gusta la gente de blancos y negros, me gustan los que se plantean el porqué de las cosas. El otro día estaba viendo un TED Talk de Simon Sinek y hacía como tres círculos: el qué, el cómo y el porqué. Cuando entiendes el porqué, entiendes el cómo y el qué. Si te quedas solo en el qué, te quedas en la superficie de las cosas. Físicamente me encanta el pelo largo, no es que no me guste el pelo corto pero prefiero el largo. Y me gusta la gente femenina, tanto chicos como chicas. Yo, si no midiese 1’90, tuviese músculos y barba, intentaría ser una persona femenina. Lo encuentro una virtud con respecto a los muchos puntos negativos que le veo a ser un macho.

Háblame de tus aficiones. ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?

Me gusta mogollón comer. Me gusta mogollón leer. Me paso el día en Youtube viendo vídeos. Me gusta hacer el friki. Me gusta mucho el baloncesto, jugaba hasta hace poco pero por temas de rodilla lo he dejado y ahora estoy de entrenador. Me gusta mucho el tema del fitness y el deporte, pero claro… que te guste mucho el fitness y te guste mucho comer es un poco fregado [risas]. Sobre todo me gusta tener tiempo para mí. Me gusta tener una, dos o siete horas al día de no hacer nada. Soy una persona muy introspectiva y me gusta estar conmigo.

Pues eso es todo, Sylvan. Muchas gracias

Muchas gracias a ti. Ha sido un placer volver a estar contigo. Considero que haces un trabajo muy bueno, me gusta mucho. Y sobre todo que la gente no mitifique a los que hacemos porno. Somos personas de carne y hueso, ni somos cavernícolas, ni somos estrellas, somos personas normales que algunos consiguen o conseguimos ganarnos la vida con esto, otros lo hacen porque les gusta. Hablando en mi nombre, a mí lo que me gusta es que me traten como una persona normal.

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