Cuando uno piensa en el estereotipo de mujer colombiana sexy enseguida le vienen a la cabeza exuberancia y curvas de vértigo, sin embargo estos rasgos no son imprescindibles para destacar en la industria del entretenimiento adulto, tal y como certifica nuestra entrevistada de hoy. Ella es Veronica Leal, una atractiva cucuteña de veinticuatro años que, tras estudiar contabilidad y darse cuenta de que eso no era lo suyo, decidió pasarse al mundo del modelaje y la webcam. Poco después, instigada por una compañera, contactó con los productores Cristian Cipriani y Andrea Garcia haciendo su debut como actriz porno en la rama latina de PornDoe Premium en febrero de 2017. No tardó en llamar la atención de otra actriz, Canela Skin, que maravillada por las aptitudes de su compatriota le propuso venirse a Europa. En su currículum destacan colaboraciones con productoras como Reality Kings21 SexturyMofosDDF NetworkVirtual TabooRocco SiffrediTeen Mega WorldFakeHub, Czech VRPierre Woodman, Cumlouder, SexArt o Virtual Real Porn entre muchas otras.

En la distancia corta Veronica Leal se define como una mujer de carácter, con ideales férreos y aversión a la mentira. También, a pesar de su fachada risueña y extrovertida, se considera una persona reflexiva y bastante solitaria. Enamorada de la lectura, uno de sus principales intereses y tema favorito de debate es la actualidad política. También le gustan las películas de Disney y la música, concretamente los ritmos latinos como el reggeaton, el metal y el techno, que le recuerdan a su tierra natal y a uno de los países europeos por el que siente más devoción: Alemania. Aprovechando su reciente visita a Barcelona nos hemos citado con ella para intentar conocerla en mayor profundidad además de para alguna otra sorpresita que ya os revelaremos más adelante.

LGU: ¿Cómo fue tu infancia y adolescencia?

VERONICA: Yo soy de Cúcuta, una ciudad muy pequeña de Colombia que hace frontera con Venezuela. Crecí con una familia muy grande, cinco hermanos, mi mamá y mi padrastro. Yo era la típica niña super estudiosa que sacaba buenas notas en el colegio. También era un poco rebelde y siempre andaba metida en peleas con todo el mundo sobre política, filosofía y deportes. No era muy femenina, la verdad, siempre iba como un niño. Me gradué en el colegio a los quince años y luego empecé a estudiar Contabilidad Pública en la universidad. Estudié durante tres años y medio y me harté. Decidí que esa vida no era para mí, no me veía en un cubículo haciéndole la vida a los demás. Luego, en mi adolescencia, empecé a explorar porque estaba muy indecisa en si me gustaban las mujeres o los hombres. En Colombia tenemos un dicho «pueblo chico, infierno grande». Al ser una ciudad tan pequeña y tan religiosa me dije «si me meto con una mujer ¿qué va a decir mi familia?». Así que decidí tener mi primer novio con diecisiete años. Estuve un tiempo y cuando terminé con él me di cuenta de que realmente me gustaban las mujeres. Conocí a una chica en la universidad y con ella fue mi primera experiencia. Ahí fue cuando supe que me gustaban ambos, aunque un poquito más las mujeres [risas]. En este tiempo, a los veintiuno, decidí mudarme a Medellín y cambié de carrera a Economía. Hice dos semestres y lo dejé porque no me gustó.

¿En qué momento se cruza el porno en tu vida?

En Medellín me encontré con un amigo, un chico que trabajaba en un estudio de modelaje webcam, y empecé a trabajar como modelo. Estuve dos meses más o menos y luego me cambié a ayudante de las modelos, porque hablaba inglés y me era más fácil tratar con los clientes. Eso me gustaba más que estar frente la cámara porque era como tener el control, como sentir que tenía algo a mi cargo. Siendo mánager tuve la oportunidad de trabajar en LiveJasmin con una de las mejores camgirls de Colombia, Akira Leen. Ella fue prácticamente la que me enseñó todo lo que sé sobre el sexo, cómo hacerse sus lavados, cómo organizarse, cómo hacer squirt y también me enseñó a fortalecer el morbo con los hombres. Yo soy una mujer muy directa, con los hombres no era muy romántica y ella fue la que me dijo que fuese más cariñosa, que pensase más, los escuchara, los observara… que les despertase el morbo. Y de ahí, trabajando como modelo, una amiga y compañera llamada Matilde Ramos me puso en contacto con los productores Cristian Cipriani y Andrea Garcia. Me llamaron y me preguntaron si estaba interesada. Eso fue como un fin de semana y al lunes siguiente empezamos a grabar.

© 18VR

En tus primeras escenas te hacías llamar Veronica Orozco sin embargo después lo cambiaste. ¿Cuál fue el motivo?

El nombre siempre lo había tenido claro porque anteriormente, con un amigo en Cúcuta, dijimos de grabar unos bailes eróticos para abrir un canal de Youtube y se me ocurrió llamarme así por ir en contra de la iglesia (Veronica es la virgen que limpió la cara de Cristo cuando iba de camino al calvario). Pero en Colombia hay un actriz y cantante muy hermosa llamada Veronica Orozco así que lo tuvimos que cambiar por la dualidad, porque no era fácil encontrarme en el buscador. Lo cambiamos por Veronica Leal, mi apellido real, y luego resulta que hay una cantante mexicana que se llama así y yo dije «¡ay carajo!» [risas]. Quería poner mi nombre natural pero me aconsejaron que era más aconsejable usar un seudónimo. Además Veronica suena como más bitch, más slut [risas]

Antes de trabajar en la industria, ¿consumías porno?. ¿Había alguna actriz o actor que te gustase especialmente o que tuviese como referente? 

Si, casi todo lésbico. Una tiene que experimentar, ¿cómo vas a saber cómo te gusta tener sexo si no empiezas a hacerlo contigo misma?. Recuerdo que la primera película porno que vi fue de Esperanza Gomez, porque en Colombia ella es muy reconocida y no hay colombiano que se respete que no haya visto una escena suya [risas]. También recuerdo a Franceska Jaimes y algunas escenas de Nacho Vidal y Amarna Miller. Como referente podría ser Kendra Lust, si alguna vez me decido a seguir de lleno con el porno, porque obviamente tengo marcada mi deadline, me encantaría ser como esa MILF. Y Tina Kay, me gusta lo bitch que es [risas].

Entonces, ¿tu carrera como actriz tiene fecha de caducidad?

Sí, no quiero depender del porno toda mi vida. Quiero estar cinco años como máximo y con eso hacer mis propios negocios. Tengo pensado invertir en inmobiliario en Colombia porque ahora tiene un gran auge. También tengo pensado montar una agencia para traer chicas de Colombia a Europa porque la verdad es que allí no todo el mundo tiene el dinero que cuesta un billete. Quiero tener la posibilidad de ayudarlas y también quiero montar mi productora pero solo quiero trabajar con chicas, en Colombia no hay productoras de porno lésbico. También para chicos que quieran trabajar sin salir necesariamente de Colombia. Abrir un poco más la industria allí.

Veronica Leal Dane Jones
© Dane Jones

Antes de entrar en este mundo, ¿sabías cómo era realmente trabajar en el porno?

Más o menos tenía una idea de todo lo que se venía, pero no de cuántas horas, de la seguridad en ti misma, ni de la fortaleza mental y psicológica que debes tener para esto. Suena a cliché porque todo el mundo lo dice pero es cierto, tienes que ser una persona fuerte emocionalmente o saber a qué te vas a enfrentar porque aquí te destruyen.

¿Has tenido alguna mala experiencia?

Una vez trabajé con Rocco Siffredi y es la peor experiencia que he tenido, no porque la escena haya sido mala sino de lo duro que fue el actor. Yo le dije «bueno, hagámosla un poco heavy pero mírame la cara a ver si respiro, no me vayas a matar» pero me pegó tan fuerte y me asfixió tanto que me desmayé. Obviamente el actor me dio azúcar y me ayudaron con todo eso pero Rocco ni se inmutó. Se enojó conmigo y me canceló todas las escenas que teníamos en los próximos días. No lo aceptó, dijo que era culpa mía, que me desmayé porque no había comido. Y me hizo quedar como una mentirosa. Le conté lo que pasó a Pierre Woodman y él lo convirtió en un super escándalo (como hace siempre) y Rocco hizo que los actores, sobre todo Anna de Ville, dijesen en Twitter que todo lo que yo había dicho era mentira, que había sido una bajada de presión y que ellos habían sido muy hermosos conmigo cuando no fue así. Después de eso veté la producción con Rocco Siffredi de mi vida.

¿Y la mejor experiencia que recuerdes?

De hecho tengo dos, ambas en Praga, por eso es una de mis ciudades favoritas. Una con SexArt, con una actriz rusa llamada Lilu Moon, que fue espectacular por la experiencia de saber que ninguna de las chicas con las que había trabajado antes le había hecho tener un orgasmo real. Yo cogí y le dije «a mí me gustan las chicas así que yo te voy a follar» [risas]. Fue muy divertido porque además hice un squirt de como dos litros de agua y mojé al camarógrafo, a ella… [risas]. La segunda fue en Lesbea con una actriz checa llamada Angel Piaff, muy linda, apenas la vi me enamoré. Hubo mucha química, muchos orgasmos, fue muy real, como si hubiese llegado mi novia y hubiésemos empezado a tener sexo.

Veronica Leal Lilu Moon SexArt
© SexArt

Entonces ¿prefieres el estilo glam de SexArt a las escenas más duras?

Prefiero el estilo de SexArt porque, si has visto mi trabajo, se caracteriza por ser apasionado y eso es lo que me gusta: dar mi pasión, disfrutarlo. En SexArt es más delicado, más natural, más real. Aunque no quiere decir que lo fuerte no sea real, también hay días en los que digo «bueno carajo, hoy acábenme ¡denme como a rata en balde!» [risas]

¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de este trabajo?

Lo que más me gusta es conocer a gente nueva, tener la oportunidad de conocer actrices. Muchas de ellas son muy lindas, otras un poquito divas, no saben cómo diferenciar las cosas de la personalidad. Tú puedes ser diva con tu personaje pero como persona tienes algo que dar, sino te vas a quedar vacío. Y lo que no me gusta es que siempre que trabajo ¡después no quiero tener sexo con nadie más! [risas]. Es tiempo perdido para mi vida sentimental, quedo tan satisfecha que no me quedan más ganas

¿Cuál es la lección mas valiosa que has aprendido trabajando en el porno?

A creer en mí misma, a respetarme y a hacerme valorar, primero como persona y luego como actriz. Yo tengo un carácter fuerte, no hago cosas que no me gustan, pero aquí vienes a trabajar, te dicen que la escena será de una manera y cuando llegas te la cambian. Ellos presionan porque están a la búsqueda de algo nuevo y tratan de llevarte a los limites, y ahí es donde tú has de saber decir no y respetarte. Por ejemplo, con lo de Rocco; si yo no me respetara hubiese hecho como otras actrices que conozco que, aunque hace con ellas lo que quiere, siguen lamiéndole las bolas (con perdón). No son capaces de decirle «no quiero trabajar contigo, no me importa tu fama, lo que me importa es disfrutar». Yo he venido de Colombia donde apenas hice cinco escenas y aquí las cosas se hacen diferente, la industria es más grande y están acostumbrados a tratar al ser humano como mercancía. Aquí te compran la dignidad con dinero, te dicen «¿no quieres hacer una doble penetración? te ofrezco 3000 euros, 4000, 5000…». Tanto va el cántaro al agua que al final se rompe. Entonces yo me dije «¿lo estoy haciendo porque quiero o porque me están pagando?»

Veronica Leal 21Sextury
© 21Sextury

¿Qué tipo de práctica o escena no estarías dispuesta a hacer jamás? ¿Y cuál te gustaría y tienes pendiente?

Que me hagan comer popó y que me digan que me van a cortar. A mí me gustan mucho las escenas BDSM pero que me vayan a cortar o a hacer algún morado en la cara, o fisting, o con bates en la cola… destrozar mi cuerpo, eso no lo haría. Aunque me gustaría hacer una escena BDSM bien hardcore pero que sea real, que me agarren y me dejen los moretones, así rico. Hacerla de sumisa y después de dominante. Y también quiero grabar con una transexual, tengo una fantasía transgénero muy grande. ¡Quiero follarme a una travesti! [risas]. Sería buscar una transgénero que le gusten las mujeres o que no tenga problema en dejarse dominar, porque yo quiero hacérselo a ella no ella a mí. Creo que para eso me tendré que ir a México, en SexMex conocí a una actriz deliciosa…

¿Cómo ves el papel de la mujer en la industria? ¿Consideras que está explotada de algún modo?

Creo que somos muy libres. Todo lo que haces en una escena es bajo tu consentimiento. Te dan un contrato y, antes de firmarlo, te dicen lo que se hará, si tú lo deseas o no, incluso te preguntan qué haces o no haces y a qué nivel estás dispuesta a llegar. Decir que la mujer está maltratada y que hay machismo es mentira. Yo diría que hay más bien feminismo porque, si nos ponemos a comparar, a nosotras nos pagan el doble y tenemos más ofertas de trabajo que los hombres. Además todos sabemos que si una mujer abre la boca y dice «no me gustó esto» a quien le va a caer es al productor porque lastimosamente el mundo está así, las mujeres quieren acabar con el ‘patriarcado opresor’. Yo diría que estamos muy privilegiadas.

¿Qué opinas sobre el porno en Realidad Virtual? ¿Te resulta complicado grabar una escena de ese tipo?

Es una de las experiencias más únicas que he tenido. Es muy divertido. En casa tenemos unas gafas 3D y dije «bueno, vamos a chismosear a ver qué tal», me las puse y, literal, me sentí como si yo estuviese teniendo sexo con la persona. Creo que es una invención muy genial que reemplazará al porno convencional porque el ser humano siempre está buscando sentir más, busca la intimidad y con las gafas se siente así. A mí no se me hizo más complicado rodar esas escenas, es simplemente mantener tu vista en la cámara, ponerte en el papel de la persona que te está viendo. Además te cansas menos porque tú tienes el control, sabes cuándo parar, mientras que en el porno convencional es el hombre el que está dándole. Además generalmente en la Realidad Virtual la velocidad no puede ser igual de fuerte, eso le da a una mujer más ventaja.

Veronica Leal Reality Kings
© Reality Kings

¿Has visitado algún festival o evento erótico? ¿Qué tal la experiencia?

Sí, este año fui a Expo Sexo y Erotismo en México y estuvo muy divertido. Allá fue donde conocí a Kendra Lust y a Jordi ‘El Niño Polla y a la actriz transgénero. Aunque me lo esperaba un poquito diferente, más erótico y menos comercial. Había demasiada ropa, juguetes y todo eso. Yo esperaba que fuese como una sala donde hubiesen actores teniendo sexo en vivo, no como un show de webcam donde prácticamente no se mostró nada. Todo estaba muy censurado. Si es una exposición de sexo y erotismo tienes que mostrar, ¿para qué censurar?. Eso me dejó un poquito de mal sabor de boca.

¿Qué tal es la relación con la familia y amigos? ¿Dedicarte al porno te ha hecho enfrentarte a alguna situación desagradable?

Muy bien. Llamé a mi mami justamente dos meses después de salir mi primera escena y le conté que había decidido ser actriz porno y que mi primera escena ya estaba en el aire y mi mami me contestó «Bueno linda, es lo que te gusta ¿no?. Si lo decidiste y te hace feliz nosotros te apoyamos». Lo mismo me dijeron mis hermanos. Yo estoy tranquila y feliz por eso. Desagradable para nada, los haters en algunas redes sociales pero si me pongo a prestar atención a cada cosa que dicen… Eso dice más de ellos que no de la persona a la que se lo dicen.  Es como «ándale, me vas a tener en frente y no me lo vas a decir». Simplemente, no lo siento.

¿Qué tal es el trato con los fans? ¿Te reconocen mucho por la calle?

Adoro a mis fans. Los veo como mis amigos y estoy muy, muy agradecida de que me sigan. Para mí no hay diferencias entre ellos, a la mayoría les contesto en ingles, todos son mis sweeties, mis honeys… en español, para mis colombianos hermosos, son mis amores, mis dulzuras, mis papacitos lindos… porque ellos son los que hacen mi vida. Todos los días me levanto y tengo mensajes hermosos de personas que valen la pena que me dicen «sigue adelante», «eres una berraca» o cualquier otra cosa bonita. Ellos son como un motor que me ayuda, porque cuando viajo a Europa vengo sola y ellos de alguna manera me acompañan. Reconocerme me pasó una vez en Rusia, ahorita que estuve, y otra en Panamá. Estaba de vacaciones en Panamá con mi pareja y mi familia y me salió este chico gritándome «Ey Verooo, ven para acá». Me llevó, me mostró el restaurante, se tomó fotos conmigo… Y en Rusia me pasó lo mismo.

Veronica Leal Angel Piaff Lesbea
© Lesbea

Has mencionado que tienes pareja pero imaginemos que no fuese así. ¿Qué características debería tener la persona que quisiera conquistarte?

Yo no soy monógama, tengo relaciones abiertas porque soy bisexual y no me gusta atarme, así que la persona que quiera estar conmigo tiene que respetar eso. Lo que vale es el sentimiento. En una relación lo primero que valoro es la lealtad y la sinceridad porque yo soy muy honesta. Aunque le duela a la otra persona prefiero decir la verdad porque detesto las mentiras. Soy una persona que, a la primera que detecta una mentira, te saco de mi vida y conmigo no tienes más oportunidades. Físicamente, sé que mis amores se me van a enojar, pero no me gustan los latinos. Me gustan los hombres altos, rubios, ojos azules, verdes… que parezcan príncipes o vikingos. ¡Los vikingos me matan! Hombres que yo sepa que puedo romperles esa virilidad.

¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?

La verdad es que no hago mucho [risas]. Me gusta mucho leer, cuando tengo libre me cojo mis libros de filosofía, de política, me encanta enterarme de lo que pasa en el mundo… ¿Qué estará pasando por la cabeza de Vladimir Putin? ¿Qué está haciendo Angela Merkel? ¿o el presidente Trump? Siempre estoy tratando como de buscar la solución al mundo y termino decepcionada y llorando. También escucho música, cuando estoy en Europa escucho mucho reggaeton, me encanta J. Balvin y Maluma, y cuando estoy en Colombia generalmente mi música favorita es el metal, escucho mucho Rammstein, y el techno, yo creo que por eso vivo enamorada de los alemanes. Cine, veo películas cuando tengo pereza por leer pero, eso si, de Disney, de princesitas, películas que me enseñen algo, no de las que matan gente, que me recuerden mi infancia, que me recuerden que tengo una familia por la que tengo que luchar, que me apoyan y me aman.

Para terminar, ¿algo que quieras añadir? 

Quisiera darle las gracias a mis muchachos y decirles que tienen una visión equivocada de lo que somos las actrices porno. En mis redes sociales todo el tiempo recibo fotos de penes y se enojan cuando les bloqueo o les digo que no me las envíen. Yo no necesito eso, yo estoy acostumbrada a tener eso todos los días. A mí no me llena una foto-verga, a mí me llena que me digan «hola, ¿cómo estás?» o cualquier maricada. Entiendan que somos mujeres y no por ser actrices porno vamos a estar calientes todo el día y les vamos a aceptar sus chambonadas. Simplemente, les quería pedir un poco más de respeto. Igualmente les quiero porque sin ustedes no estaría aquí. así que gracias y besitos. Y a Canela y Nacho, que fueron los que me abrieron las puertas en Europa, agradecida eternamente porque por ellos soy lo que soy y siempre me siguen enseñando como persona además de como profesional.

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