Mientras el mundo se encuentra inmerso en un acalorado debate sobre si las vertiginosas posibilidades que ofrece la Inteligencia Artificial son beneficiosas o si se trata del primer paso para que Skynet doblegue a la especie humana, Amouranth ha decidido donar su voz al catálogo de Forever Voices AI, un sistema que, mediante la compra de créditos, permite interactuar de forma locuaz con todo tipo de celebridades a través de un bot de Telegram. Como no podía ser de otro modo, su legión de seguidores se ha apresurado a preguntar si este novedoso servicio cubrirá sus peticiones más libidinosas, a lo que la propia Amouranth ha asegurado que la IA se ha diseñado para «satisfacer las necesidades de cada fan».
«Con AI Amouranth, los fans recibirán respuestas de voz instantáneas a cualquier pregunta candente que puedan tener» describe Forever Voices AI en su comunicado de prensa. «Tanto si se trata de una curiosidad pasajera como de un deseo profundo, la IA homóloga de Amouranth estará ahí mismo para proporcionar ayuda».
Desde luego es innegable el olfato que la célebre streamer y creadora de contenido tiene para los negocios sin embargo, llamadme pollavieja pero ¿esto no es un engaña bobos en toda regla?. No dudo que la IA hará un trabajo genial imitando la voz y las respuestas de Amouranth pero detrás de esto no hay nada, no es ella, ni tan solo una persona real con la que conectar, ni mucho menos posibilidades de una interacción física. Quizás cambie de opinión cuando esta tecnología se aplique sobre un animatronic sexual hiper realista pero por el momento me parece conveniente rescatar la famosa reflexión de Cifra comiendo su bistec en «Matrix»:
«Sé que este filete no existe, sé que cuando me lo meto en la boca es Matrix la que le está diciendo a mi cerebro: es bueno y jugoso. Después de nueve años, ¿sabes de qué me doy cuenta? La ignorancia es la felicidad»