Según publican diferentes medios de la prensa especializada, el controvertido director, productor e intérprete Max Hardcore falleció hoy en Los Ángeles a causa de una infección y un fallo orgánico tras haberse sometido a un tratamiento de quimioterapia para el cáncer de tiroides que padecía. Tenía 66 años.
Nacido en agosto de 1956 en Wisconsin, el mundialmente conocido como «rey de la pornografía gonzo» se caracterizaba por llevar siempre sus películas al límite de lo permitido. Con más de 500 créditos como intérprete y más de 300 como director, entre sus prácticas habituales se encontraba el sexo anal extremo, actrices bebiendo orina, vómitos, bofetones, escupitajos y fisting (introducción del puño por las cavidades). No fueron pocas las actrices que decidieron acabar su carrera en el porno tras grabar una escena con él, hecho del que Hardcore se sentía especialmente orgulloso por la publicidad que ello le proporcionaba, sin embargo esa fama también trajo consigo múltiples problemas legales.
En mayo de 2007, Max Hardcore y su empresa Max World Entertainment fueron acusados formalmente por un jurado federal de Florida por distribuir material obsceno a través de correo postal e Internet. Finalmente, en octubre de 2008, fue condenado a cumplir 46 meses de reclusión en una prisión federal de Texas, de los cuales cumplió 30. Hardcore alegó que las películas que fueron objeto de escrutinio estaban destinadas a su distribución exclusiva en Europa pero la empresa de pedidos por correo que contrató comenzó a venderlos en los EEUU, lo cual lo comprometió. En una entrevista para XBIZ tras su liberación declaró «No supervisé la situación lo suficientemente fuerte. El dinero llegaba a raudales, las chicas estaban calientes, los autos eran rápidos, el alcohol nunca se acababa. Ese fue mi error. Pensé que si [la empresa de pedidos por correo] los vendía, y no yo, estaba protegido».
Justificando su trabajo, Hardcore señaló con el dedo a la sociedad que lo demonizó. «La sociedad ha hablado y lo ha exigido» dijo en 2009. «Hay más gente comprando mis videos que gente protestando por ellos. Cuando me sometieron a un juicio federal en Tampa, Florida, no había manifestantes. No había piquetes. No había gente que me denunciara con enojo cuando entré y salí de la sala del tribunal»
La propensión de Hardcore por el contenido extremo y la defensa a ultranza de su comportamiento en el set para crearlo también lo convirtieron en objetivo de los cruzados contra la pornografía, quienes hasta el día de hoy continúan caracterizando erróneamente su producción y prácticas, decididamente marginales, como compartidas habitualmente por toda la industria adulta.