Mia Khalifa en guerra contra BangBros

Mia Khalifa sexy gafas

La ex-actriz porno Mia Khalifa vuelve a ser noticia tras haber lanzado hace unas semanas una campaña de recogida de firmas en Change.org exigiendo a la productora BangBros la devolución de su dominio web y la eliminación de sus vídeos. No es la primera vez que la modelo libanesa manifiesta su arrepentimiento por la etapa en la que estuvo vinculada a la industria del entretenimiento para adultos, sin embargo en esta ocasión ha facilitado nuevos datos para apoyar su demanda.

«Nunca he hablado de esto porque me hicieron sentir como si no pudiera contar mi historia sin ser ridiculizada por el público en general. Ahora me siento segura y también siento la necesidad de descargar algunas cosas que me han perseguido durante mi breve periodo en la industria».

En un extenso hilo de Twitter publicado el 24 de junio, la actual comentarista deportiva e influencer descubre un suceso que vivió al poco de lanzarse el polémico vídeo que le dio la fama, en el que salía practicando sexo ataviada con un hijab. Mia Khalifa considera que fue engañada por un ejecutivo de BangBros para someterse a una desagradable sesión fotográfica bajo el pretexto de ser para la revista Vogue, mientras que realmente ese material fue utilizado sin su consentimiento en la confección de una página con su nombre y por la cual no está recibiendo ningún rédito.

«Después del torbellino de noticias cuando la viralidad del vídeo del hijab estaba en su apogeo, el ejecutivo de BangBros, Jordan Sibbs, me dijo que un pariente de su novia estaba en la ciudad, un fotógrafo de la revista Voge. Me dijo que tendría la oportunidad de aparecer en publicaciones convencionales y que realmente podría validarme si trabajaba con este fotógrafo. Mis ojos se iluminaron, me sentí honrada y emocionada, pensé que tal vez esta terrible situación en la que estaba podría convertirse en algo positivo. El nombre del fotógrafo, creo, era Christian. Llegué a la oficina central de BangBros sin saber qué esperar de un ‘verdadero fotógrafo’, pensando que iríamos a un hermoso set o ubicación. Desde el momento en que me dijeron que no había peluquería ni maquillaje supe que algo estaba mal, pero estaba en un conflicto. Nunca había estado en un set ‘real’ y no quería insultar inadvertidamente al fotógrafo o su proceso porque ¡Y SI ESTO SALE EN VOGUE!»

«Me llevaron al tejado del edificio (industrial y apenas accesible) SOLA con él. Me dieron un hijab y dos réplicas de fusiles semiautomáticos. Siguiendo sus órdenes, me lo puse y posé para las fotos de la manera que él quería, mientras hacía correcciones físicas en mi cuerpo. Sus órdenes de posado pasaron rápidamente de provocativas a salaces, pero nuevamente tenía demasiado miedo de decir algo. ‘¿Qué pasa si ES para Vogue? ¿Y si se enfada? ¿Y si me empuja del tejado?’ Era el coro en mi cabeza. No conocía a este hombre y estaba muy asustada. Después de obtener las tomas que quería con el hijab, pensé que habíamos terminado así que comencé a alejarme para encontrar el camino de regreso al edificio pero insistió en que la iluminación era ideal para algunas tomas más que tenía en mente. Me dijo que me quitase el hijab y la ropa interior y que posara contra una pared. Mi corazón comenzó a palpitar. Sé que podría ser fácil para ti decir ‘tuviste sexo en cámara, ¿cual es el problema? pero debes comprender el nivel de miedo que tiene una mujer cuando se siente impotente. Me disocié. Instantáneamente. Estaba jodidamente aterrorizada. Me sentí barata y usada, impotente y degradada. Cuando no estaba posando a su gusto, él me corrigió físicamente y contorsionó mi cuerpo hasta que estuvo satisfecho. Quería gritar y llorar y arañarle la cara con mis propias manos al mismo tiempo. La peor parte fue cuando movió sus manos sobre mis senos diciéndome lo bonitos que eran. Todavía siento el frío metal de sus anillos en un escalofrío por mi columna»

«Semanas después esas fotos terminaron siendo utilizadas en el sitio web que BangBros creó bajo mi nombre. Para lo cual era dueña del dominio antes de que, nuevamente, me engañaran para que se lo vendiese por 1 dólar»

«Era un peón para ellos, nunca me vieron como un ser humano con un alma y un futuro. Me traficaron a manos de este hombre sin supervisión ni respeto por mi seguridad. No me pagaron por ese set. No me informaron para qué se utilizaría. No tuve control. Por lo que sé, ese fotógrafo podría haber trabajado para Vogue. En cuyo caso, lástima de él por abusar de esas credenciales para fotografiar explícitamente a alguien claramente en medio de una crisis mientras el mundo ridiculizaba y observaba, y estos hombres sacaron provecho de ello»

En su petición de Change.org Mia Khalifa se queja de que solo cobró 12 mil dólares de los millones que Pornhub y BangBros están haciendo con sus vídeos, y afirma que ella y su equipo han ofrecido innumerables sumas de dinero al estudio para cumplir sus demandas, pero todo ha sido en vano. Debido a la ventaja financiera de las grandes corporaciones, considera que no tiene una oportunidad justa de tratar su caso en los tribunales por lo que ha decidido trasladar su problema al territorio público. Por el momento lleva registradas más de 1,7 millones de firmas y el hashtag #justiceformiakhalifa ha sido ampliamente retuiteado durante los últimos días.

Por su parte, el estudio BangBros publicó un mensaje en Twitter el pasado 30 de junio indicando que había enviado una demanda de cese y desistimiento a Mia Khalifa por sus difamaciones y falsas acusaciones. «La alentamos a compartir la lista de hechos con la audiencia. Sin embargo dudamos que lo haga», sentencian justo al hashtag #FactsBeatFiction (los hechos vencieron a la ficción).