Aprovechando su salida al mercado doméstico nos hemos acercado a «Pleasure», primera película de ficción de la directora y guionista Ninja Thyberg, que generó bastante revuelo tras su proyección en festivales como Cannes y Sundance, además de recopilar una buen puñado de opiniones favorables por parte de integrantes de la industria adulta. En en film acompañaremos a Bella Cherry (interpretada por la debutante Sofia Kappel), una joven sueca de 19 años que viaja a Los Ángeles decidida a convertirse en la nueva sensación del porno. En su ansia por ascender de la forma más rápida posible descubrirá que no todo es un jardín de rosas, lo cual le llevará a reflexionar sobre cuánto está dispuesta a sacrificar en pos de ese sueño.
La principal baza de «Pleasure» es la crudeza con la que refleja la parte menos amigable de este negocio y para ello no se corta en mostrar instantáneas y situaciones que pueden resultar impactantes e incluso incómodas pero lo hace de forma sutil, sin regodearse en el morbo ni caer en la frivolidad. La intención de la directora es hacernos partícipes de la experiencia a través de los ojos de su protagonista, que entra en este mundo con ingenuidad y arriesgado atrevimiento, y del funcionamiento de la industria porno actual, que tiene bastante menos misticismo de lo que muchos imaginan. Para dar más realismo, entre el reparto encontramos a caras conocidas del sector como Dana DeArmond, Bill Bailey, Small Hands, Xander Corvus o Mick Blue aunque, a excepción de casos concretos como el representante Mark Spiegler o el director Axel Braun, la mayoría aparece de forma testimonial o, por seguridad, no se interpretan a sí mismos.
«Pleasure» es una película complicada de digerir; un producto que, más que enfocado para entretener o contarnos una historia, pretende exponer una situación y abrir debate sobre una realidad que, a pesar de que en todo momento se refleja como voluntaria y consentida, puede acabar siendo perjudicial para aquellos que no lo sepan gestionar. Como en todo, siempre hay diferentes puntos de vista que explotar y es muy probable que alguien pueda tildar la cinta de partidista o carente de profundidad. Sea como fuere se agradece la valentía por trasladar las interioridades de este mundo al público general sin caer en el sensacionalismo con el que se acostumbra a tratar el tema.