Desde la retirada de Apolonia a principios de 2020 hemos sufrido un aluvión de nuevas incorporaciones al porno español bajo el estandarte Lapiedra. A mediados de ese mismo año conocimos a la primera, Natasha, una atractiva morena que parecía destinada a ser la nueva abanderada del clan, sin embargo su trayectoria resultó ser mucho más efímera de lo esperado, tanto que incluso nos dejó sin conocer información básica como su edad, procedencia o sabor de helado favorito. Su desaparición fue especialmente abrupta para nosotros, dado que nos pilló en mitad de negociaciones para entrevistarla; lo único que fuimos capaces de recoger es que abandonaba el sector por problemas de salud, después de eso sus cuentas en redes sociales simplemente desaparecieron.
Ignoramos la magnitud del problema o incluso si lo que nos dijo fue solo una excusa para sacársenos de encima. Sea como fuere esperamos que se encuentre bien y que guarde un recuerdo de su paso por la industria al menos la mitad de bueno del que guardaremos nosotros de ella.